Señalábamos en una entrada anterior el «misterioso caso de la natalidad embrujada en España», poniendo de relieve la escasa relación existente entre la riqueza individual y la natalidad en nuestro país, acudiendo a dos indicadores estándares representativos: el PIB per cápita y la tasa de desempleo. Ahora nos fijamos en el caso de Noruega, número uno en el Índice de Desarrollo Humano del PNUD. Y aquí observamos que la relación entre PIB/cápita y fecundidad (hijos por mujer) es también muy débil: la r de Pearson arroja un valor de 0,2056 entre ambas variables. Nótese que la natalidad apenas varía con casi una duplicación del PIB/cápita en el periodo considerado (1981-2017):
Fuente: Statistisk Sentralbyra (Oficina Central de Estadísticas de Noruega) y elaboración propia
Y a pesar de que el desempleo es en Noruega envidiablemente bajo (técnicamente no hay paro), sus pequeñas variaciones no parecen tener mayor efecto sobre la natalidad. Incluso hay años en que subiendo el paro sube también la natalidad:
Fuente: Statistisk Sentralbyra (Oficina Central de Estadísticas de Noruega)
Ay, ay, otra vez algo que da que pensar …
Muy buena reflexión. Efectivamente se mezclan mucho las churras con las merinas…. y la gente quiere vivir bien y cómoda sin complicaciones familiares, supongo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Esa es una buena parte de la causa, aunque hay otras … Gracias por el comentario
Me gustaMe gusta